Derecho a la Ciudad: Una Tercera Calle
1. Los resultados muestran que más de un tercio (34%) de aquellos adultos mayores completamente independientes no alcanzan a cruzar la calle en el tiempo establecido.
2. Ante esto, resulta necesario generar condiciones de infraestructura vial que permitan a los adultos mayores una convivencia segura y amigable con la ciudad”.
3. En efecto, una de las propuestas al respecto la hace los mismos adultos mayores, al repensar la ciudad desde un espacio público armónico, inclusivo con identidad generacional.
A nivel planetarios, nuestras ciudades han experimentado un crecimiento de la población, si bien cada vez somos más urbanos eso no da cuenta de cuan preparados nos encontramos ante estos cambios generacionales. Según datos del Censo la región metropolitana aumentó su población en un 10,6% entre el 2002 y el 2012.
En tanto, las ciudades no están preparadas para responder a las necesidades de una población que cada vez envejece, un ejemplo lo encontramos en los accesos al equipamiento, plazas, semáforos, vialidad, transporte público, en muchos casos, no permiten un modo de habitar digno y de calidad.
Asimismo, el año 2025 tendrá una gran cantidad de adultos mayores, en donde los mayores de 60 años superaran con creces a la población con menos de 15 años.
Respondiendo a lo anterior, se hace necesario repensar la ciudad, crear ciudades inclusivas, considerar en la planificación estos atributos para otorgar observar mejores expectativas y calidad de vida, a una población que va en aumento.
El proyecto tiene el desafío a una escala muy pequeña (mediante un taller de percepción con un grupo de adultos mayores) donde el objetivo fue conocer las impresiones tantos negativas y positivas con que ellos se enfrentan cotidianamente y desde ahí plantearnos un derecho a la ciudad, humanizada, con calidad de infraestructura, equipamientos, e inclusiva.
María José Pinto
Urbanismo Emergente 